Por Noelia Carrazana
Cinthya Mamondes presentará su exposición de pintura y cerámica denominado “APU” Espíritus protectores de las montañas sagradas a partir del 31 de julio y hasta el 20 de agosto en la Casa Museo de la Ciudad de Tucuman.
Cinthya se presenta como Munay, el Munay para la espiritualidad andina es genérico, es decir se usa cuando se quiere con odio o cuando se quiere con bondad. Esta energía de la espiritualidad Quechua se distingue desde el nombre que le dió la artista a su obra: APU, los apus son las deidades más importantes en el mundo andino, pueden ser montañas, ríos, lagunas, entes que se encuentran en la centralidad de la espiritualidad de cada uno de las comunidades que antes de la llegada del español iban desde el sur de Ecuador y hasta las tierras de lo que hoy se denomina Tucumán.
En una entrevista realizada para Mink´a Comunicación Cinthya nos cuenta:
¿Cómo nace este trabajo?
Esta exposición nace de una serie de bocetos que fui trabajando a partir de descubrir mi identidad y de descubrir e ir descubriendo en el camino, cuál era la verdadera conexión de nuestros ancestros con el cosmos y por qué se hacían todas las ceremonias de observar, de contemplar la naturaleza, la vida. Yo nací en Amaicha del Valle, Tucumán, me crié ahí hasta los 18 años, tuve que emigrar a la ciudad para estudiar, ese camino también fue como desarraigo de no ver la luna de no ver las estrellas, con el tiempo fui volcando todo eso en mis expresiones y mi obra nace de la búsqueda dentro de la academia.
Cinthya, como muchos jóvenes argentinos tuvo su viaje iniciático al mundo andino viajando al país vecino del Estado Plurinacional de Bolivia: “Cuando tenía 21 años y estaba en la universidad cuando estudiamos la figura humana del hombre como centro antropocentrista con una mirada occidental ahí me tocó viajar Bolivia y esa experiencia me cambió la visión del mundo, desde ese momento empecé a trabajar de cero como teniendo ya la técnica de la academia, pero sí, buscando la esencia de todo mi trabajo, todo eso lo fui desarrollando y esta va a ser mi primera muestra de pinturas y escultura en cerámica luego de muchos años de dedicarme a la investigación”.
¿Cómo llegó este momento de presentar ese trabajo?
Soy mamá y docente desde hace varios años y finalmente este año fue un cambio en mi vida, se me abrieron las puertas para expresar todo esto que vengo realizando, yo trabajaba mucho en dibujos en papel, soy grabadora y ahora volcarlo el lienzo es es como una devolución de toda esa tarea.
¿Porqué APU?
La muestra se llama Apu, son los espíritus protectores, entonces yo siento como que hay esa energía vital que está presente en las montañas, en todo ser vivo, que son nuestros protectores. El mensaje va en búsqueda de esa esencia que está sesgada y como está sesgada no se la percibe, no se la se la cuida desde diferentes lugares y siento que como jóvenes emergentes de comunidades originarias es una gran responsabilidad hacer tomar conciencia de los de lo lindo y lo y lo maravilloso que es estar rodeados de cerros sanos y limpios y cuidarlos como vienen haciendo nuestros ancestros de generación en generación.
¿Qué mensaje queres transmitir con tu obra?
Es una muestra grande y el mensaje va por ese lado, que somos todos guardianas y guardianes. Siento que fortalece mi identidad y puede ser un aporte para que el espectador se identifique más allá de que sea o no originario, porque el mensaje va más allá, es un cosmosentimiento el expresarlo y es un mensaje para reconocerse como habitantes de este planeta y este cosmos y siempre viendo desde el lado que los abuelos que observaban y contemplaban toda la existencia.
