Por Carlos del Frade
La historia de la comunidad Qom en el Norte de Rosario es una radiografía de los tiempos. Inundaciones, dolores, más inundaciones, peleas, derrotas y victorias cotidianas y repetidas por décadas. Y las y los pibes atravesados por un presente que los consume y, a la vez, los empuja al consumo.
(APe).- -El ombú es muy importante para la comunidad – dice un maestro que hace años aprendió mucho más de la comunidad qom asentada en el norte rosarino de lo que pudo enseñar.
La primera oleada de familias desplazadas llegó desde el Chaco a principios de los años ochenta y la dictadura de las desapariciones ordenó alojarlas del otro lado de la avenida Circunvalación.
Sufrieron las inundaciones en su provincia natal en aquellos años y en 1986 soportaron el desborde del arroyo Ludueña, en el norte rosarino, cuando todo ese pedazo del mapa quedó sintetizado en la organización NUMAIN, Nunca Más Inundaciones, en la que convergieron vecinas y vecinos de Empalme Graneros en la lucha por lograr la presa retardataria de aguas, hecho que efectivamente concretaron algunos años después.
La comunidad qom de Juan José Paso y Circunvalación sabe de peleas, de derrotas y victorias de manera cotidiana y por décadas.
Pero la insistencia y el amor por la vida hizo de aquellos primeros exiliados internos una particular geografía en la que florecieron escuelas bilingües y referentes que trascendieron aquellas decisiones.
Distintas organizaciones políticas, sociales y eclesiásticas desarrollaron distintos planes hasta que apareció el programa “Sueños compartidos”, de las Madres de Plaza de Mayo y el salto se hizo cualitativo y cuantitativo. Empezó a existir una cultura de trabajo superior a la sobrevivencia y la pibada comenzaba a gambetear las trampas del sistema sintetizadas en armas y drogas. Después vino el hachazo contra aquel programa y la vida comunitaria, una vez más, se hizo cuesta arriba para la muchachada en particular y para todas las edades en general.
La organización “Kumelén”, por ejemplo, se acercó al barrio de Circunvalación y Juan José Paso a través del deporte y el juego y la propuesta prendió de manera inmediata.
Hasta inventaron la llamada “Escuela rodante” a la que se sumaron alrededor de ochenta adolescentes. Alegría, esperanzas, valores en el mapa pensado para ocultarlos por aquellos representantes del genocidio a principios de los años ochenta.
A fines de octubre de 2024, la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, se ufanó de la baja de asesinatos en la ex ciudad obrera y ofreció una extraña cifra de droga incautada en los primeros nueves meses del año. Sostuvo que se habían secuestrado menos de 270 kilogramos de sustancias de todo tipo. Un número ínfimo si se consideran las propias estadísticas oficiales de la cartera que conduce: en 2022, solamente en cocaína, se incautaron 1.878,48 kilogramos; en 2023, 813,47 kilogramos y al 24 de octubre de 2024, 96,40 kilogramos. Y no hay un solo registro público de picos de abstinencia. Una de las posibles conjeturas es que hay mayor libertad para que el producto llegue con mayor asiduidad que antes.
Algo que se hace dramáticamente real y concreto en el barrio de la comunidad qom de Rosario, allí en Juan José Paso y Circunvalación.
En forma simultánea a la cacareada reducción de homicidios en Rosario y la profundización del saqueo fascista de las políticas económicas nacionales, los esfuerzos por sostener tanta red sensible en el barrio comenzaron a ser desbordados por los conocidos y repetidos negocios del sistema.
“Hay mucha droga y cocinas que le rompen la cabeza a los pibes. También circula mucho el alcohol y se fuma una pipa a la que le suelen decir la piedra. Tenemos mucha impotencia”, dice otro militante social.
La dialéctica del negocio es contundente, la pibada se vuelve consumidora consumida y los caminos empiezan a cerrarse o desaparecer.
El maestro, entonces, después de tantos años en el barrio qom del norte rosarino, dice que ahora escucha hablar de los suicidios entre las chicas y los chicos de la comunidad.
-Se cuelgan del ombú…el ombú es muy importante para ellos – repite mientras respira hondo y vuelve a la increíble y tozuda empresa de generar un mejor presente desde el deporte y la alegría.
Fuentes: “Historia social del Paraná”, del autor de esta nota; entrevistas a referentes sociales quetrabajan en la comunidad de Juan José Paso y Circunvalación, norte de la ciudad de Rosario.