En la última semana las presas del penal de máxima seguridad de Minga Guazú han dado a conocer mediante su abogado una nueva sanción arbitraria a la que se las ha sometido por el periodo de un mes.

Salvador Sánchez, abogado de las presas en Paraguay informó que: “Se impuso una sanción en relación a una supuesta resistencia a las requisas diarias y continúas en el penal y que las afecta solamente a ellas”.
Sin embargo, remarcó que la violencia se “acrecenta en contra de las mujeres en el penal de máxima seguridad, en especial atención a Laura y Carmen, porque de forma constante se solidarizan con las otras mujeres al ser violentadas en su derecho, y eso el penal lo cataloga en una resistencia”.
Según sostuvo Sánchez, el penal impuso la sanción “a partir de una supuesta intervención que hubo el 2 y 3 de mayo con la guardia más violenta. Las sacaron afuera, siempre encapuchadas y esposadas, y las manosearon y las quisieron asfixiar contra la pared”.
En este contexto el letrado sostuvo que las mujeres comenzaron a gritar y las demás se solidarizaron” y la consecuencia ha sido dicha sanción que se cumple hasta el 2 de junio.
Sánchez, además indicó que no se pudo acceder a la Resolución por la que se dispuso dicha sanción, pero ya se lo solicitó al penal mediante una nota.
Por otra parte, denunció que: “las guardias les han señalado a la otra población de mujeres, de que cuando hacen sus procedimientos en contra de ellas (Lura y Carmen) que no se metan, porque es una orden del más arriba y que tienen la autorización bajo protocolo de usar la violencia contra estas dos mujeres”, si ellas llegan a intervenir también sufrirían las consecuencias.
Además, destacó que “de manera individual a cada mujer trabajan para que adopten una posición hostil en contra de Laura y Carmen” y que tendrían beneficios a cambio de eso, como salir del pabellón de máxima seguridad y más comida.
Desde la defensa sostienen que “es una respuesta a las constantes denuncia que hacemos y eso nos da la pauta de que tenemos que continuar, porque estamos pesando en la balanza al dejar al descubierto cómo el Estado paraguayo viola derechos fundamentales y somete a torturas crueles e inhumanas a estas personas”.
Cabe recordar que ante las nuevas disposiciones del gobierno argentino y el apoyo al gobierno paraguayo, la familia Villalba tuvo que salir del país buscando protección como refugiados, luego de la revocación en Argentina, país que ya les había otorgado ese beneficio. Esto se logró hace apenas un mes en Venezuela, donde pudieron establecerse junto a los 12 niños.
Esto resultó un alivio para la familia. “Estamos aquí con esperanza de seguir una vida normal, de que nuestros niños, nuestras niñas, adolescentes y jóvenes puedan seguir su estudio. Soñar con una estabilidad familiar, digamos, por una parte, porque tampoco nos podemos olvidar la situación de la de las tres compañeras que están privadas de libertad”.

En tanto, denunciaron a través de la Campaña Internacional en Solidaridad con la Familia Villalba que las mujeres presas en Minga Guasú están encerradas y aisladas por considerarlas peligrosas para el Estado paraguayo, por lo que padecen diferentes violaciones de sus derechos.
En el mes de marzo se hicieron diferentes acciones para visibilizar la situación en la que estaban las mujeres, donde el cura Rodolfo Viano de Opción por los Pobres y Franciscano pudo tener una entrevista con ellas luego de las trabas constantes que se les otorga a los visitantes cuando solicitan verlas o en las comunicaciones.
Cabe recordar que desde el 12 de octubre tanto Laura Villalba, Carmen Villalba y Francisca Andino están recluidas en la cárcel de varones de Minga Guazú, que alardea de ser un “centro de reinserción social”, indicó Viano, pero que según la familia ha sido un “traslado sin causa alguna”.
En este sentido, “por el camino –imposible– del punitivismo extremo Carmen Villalba, Laura Villalba (su hermana) y Francisca Andino padecen condiciones inhumanas dentro de un régimen especial improvisado para ellas, al que fueron sumando otras diez mujeres excluidas de una vida digna casi desde sus nacimientos, con no pocas irregularidades que aparecen detectadas e informadas por el Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura del mismo Estado Paraguayo”, sin embargo, aún parece recrudecerse sus condiciones en esa institución, ya que según denunciaron, las presas no cuentan con los servicios básicos humanos y se les priva de muchas cosas como el acceso al agua, por lo que las familias son un sostén importante entregándoles víveres, agua, elementos de limpieza, ropa etc. para mejorar sus condiciones.
“Las compañeras trasladadas sin causa alguna al mal llamado centro de reinversión social Minga Guazú, están aisladas e incomunicadas en celdas de 2 x 1 y medio. Dónde solo tiene una cama de 1 plaza de cemento, una letrina y un grifo que tiene agua no apta para consumo. Las compañeras pasan hambre, sed, sometidas a tratos inhumanos, degradante, sometidas a requisas cada dos horas, le esposan, le colocan una bolsa pesada y mal olienta en la cabeza cubriendo todo el rostro”.
Si bien se buscó mejorar las condiciones con el apoyo de la Camapaña, lo que hoy viven las mujeres no es más que privaciones, tanto que en un primer momento denunciaron ser objeto de un ensañamiento hacía ellas al no permitir el ingreso de las encomiendas claramente revisadas y gestionadas por un gran número de personas, como también de no contar con una alimentación saludable.
En este contexto, Myriam sostuvo que: “lo que realmente llega a los reclusos es una muy pésima y poca alimentación”, además de ser incomible.
Laura había manifestado en el encuentro con Viano la sospecha que, “aunque rechazan la atención siquiátirica que les prescribe sicofármacos, algo les estén mezclando en los alimentos y en el agua”.
“Las compañeras tienen hambre, tienen sed, entonces ¿qué hace la Campaña? Trata de proveerle donación al penal. Para todo el penal femenino que son 13 mujeres privadas de libertad. Igual que esas donaciones. Estamos buscando formas de que ingrese alimento y comida a las compañeras, pero no dejan ingresar, o sea, ingresa la donación, recibe, pero no le dan”, y en muchos casos se la provee cuando se pudre.
Para la familia, “no había ningún justificativo para semejante traslado. Porque si están dentro de los parámetros del código de ejecución, así como de la reinserción social que tanto hablan de las personas privadas de libertad, estas tres compañeras reunían todos los requisitos. Son compañeras que ni siquiera tenían vicios”.
Sin embargo, para la justicia eso no parece importar. “Todos están denunciando por el sistema de encierro, o sea, es un sistema que no busca rehabilitar a las personas que viven ahí, al contrario, busca volverles locos, volverles locas y matarle a cuenta gotas, matarle de hambre, matarle de sed, matarle de enfermedad, de angustia, de higiene, porque los lugares son super insalubres, super cerrados, y obviamente no le dejan realizar ningún tipo de terapia ocupacional y tampoco, en nuestro caso como familia no podemos tener una visita familiar con nuestras hermanas”.
Si bien en el caso de las otras internas sí pueden acceder cada 15 días las visitas, “el control o la requisita que hacen es muy rigurosa que espanta la visita. Es una forma de utilizar un sistema de aislamiento en todo. Porque las personas, los compañeros y compañeras que van de la Campaña sienten eso, sienten ese seguimiento, sienten ese destrato del penal hacia los compañeros y compañeras, así como hacia el abogado Salvador que lleva la defensa. Para él ingresar al penal y ver a las compañeras es muy tortuoso por la forma en que tratan a las personas que ingresan para ver a las compañeras, para asistirle para interiorizarse con relación sobre lo que está pasando con ellas”.
Además, destacó que otro sacerdote como Rodolfo Viano y otra compañera del Movimiento Ecuménico de Derechos Humanos que fueron a visitarlas, lo percibieron de la misma forma. “El destrato de parte del penal hacia las personas privada de libertad y principalmente, así como hacia las personas que van a visitar”.
A su vez Myriam sostuvo que además que es muy difícil poder contar con la solidaridad del pueblo paraguayo, debido a que existe un sistema diseñado para perseguir a quienes muestren algún tipo de acercamiento a la causa o a las presas. Esto ya lo han vivido muchas personas de organismo e incluso los mismos abogados que estaban en la defensa en primer momento.
Myrian agradece profundamente el acompañamiento de la Campaña, como también de la defensa por parte de Salvador Sánchez, quien en los últimos días expuso esta nueva violación de los derechos, donde además se le suma que son manosenadas en sus partes íntimas, “razón por la cual ellas protestaron por esa razón, y le sancionaron por 30 días sin posibilidad de tener llamada familiar, con sus hijos que lo realizaban cada 15 días, sin posibilidad de recibir visitas, que con mucho esfuerzo lo vienen sosteniendo las organizaciones de Argentina y Brasil. Sin posibilidad de recibir encomiendas, que de alguna manera ayuda a paliar el hambre” cerró Myriam.

En este nuevo contexto, continúan las denuncias de manera internacional y exigir:
-Hacer cesar las torturas y malos tratos en el penal Minga Guazú, revisando las condiciones de alojamiento.
-Lograr el traslado de las tres detenidas a otro establecimiento de régimen abierto en el cual puedan continuar realizando estudios y actividades laborales y tengan la debida atención de su salud y de su alimentación todo ello acorde con la dignidad humana.
-Exigir la revisión de las condenas a fin de lograr la libertad de Carmen Villalba, Laura Villalba, Francisca Andino.
Si querés saber sobre el contexto leé: Cronología de una persecución sin fin a la familia Villalba

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