En un comunicado conjunto las comunidades Laguna Blanca, Corral Blanco, Peñas Negras, Llastay Ñan, Quimivil, Las Lajas y piedra Larga pertenecientes a la Unión Diaguita de Belén se manifestaron en contra de la actividad “El llamado del Jaguar” que denunciaron como parte del extractivismo espiritual.
“Queremos hacer público el NO CONSENTIMIENTO a la actividad denominada El Llamado del Jaguar en los sitios sagrados de Shinkal, Cerro Colorado, Waka de la Salamanca y Pozo Verde. Motiva nuestra negativa las acciones inconsultas de sus organizadores, violando el Convenio de 169 de la OIT, como así también desconociendo nuestro derecho Mayor Territorial, ya que los permisos a cualquier actividad en territorio comunitario solo pueden ser otorgados por las autoridades indígenas, en razón de lo cual no permitiremos que nuestros sitios sagrados sean tratados como mercancías turísticas”.
De esta manera las comunidades indígenas comienzan a manifestarse y plantear sus derechos, tanto jurídicos, como los de usos y costumbres que se han transmitido por generaciones y que perviven más allá de la colonización de nuestro continente. Estos derechos tienen que ver con el respeto que se deben entre sí las comunidades, es decir que siempre que una persona o un grupo humano tenga la intención de realizar una actividad en un territorio que no es donde habita debe pedir permiso: “Nuestros abuelos nos enseñan cuando vamos a un lugar donde no pertenecemos que debemos pedir permiso a la naturaleza, a los apus y luego buscar al abuelito del lugar y también contarle nuestras intenciones y así la comunidad en su totalidad da o no el permiso correspondiente para realizar una actividad”, explica el profesor de quechua de la Facultad de Ciencias Naturales de La Universidad de La Plata Mario Aucca Rayme, respecto de como es el funcionamiento del respeto tanto a las abuelos, así como a la misma naturaleza.
Esta situación que movilizó a varias comunidades tiene que ver con una actividad que fue anunciada en redes sociales como “Peregrinaciones ancestrales» que iban a realizarse en El Shinkal de Quimivil, conocido como el “Nuevo Cusco”, y que se encuentra en la provincia de Catamarca. El Shinkal es uno de los sitios arqueológicos que demuestran la influencia incaica en el Noroeste de Argentina.
En el último tercio del siglo XV, los Inkas extendieron el Tawantinsuyu mediante una sólida organización en lo sociopolítico, económico, religioso y vial, los inkas lograron integrar a varios grupos al Collasuyu, entre ellos los Omahuacas, Pulares y Diaguito-Calchaquíes.Esta integración, según explican investigadores, tiene que ver con el manejo de los metales y otros conocimientos de estos pueblos que a la fecha siguen habitando la zona y están en un rescate de toda su cultura como Nación Diaguita, Calchaqui.
Hoy estos pueblos no solo luchan contra el extractivismo de sus territorios por parte de las empresas mineras, sino que también deben luchar por el afán transgresor de personas que por desconocimiento o con intencionalidad comercializan la espiritualidad ancestral de nuestros pueblos del Abya Yala, en este caso, de la espiritualidad andina. “¡Si se cobra no es espiritualidad!”, indican personas cercanas a las comunidades, como advertencia para los curiosos urbanos que tengan intención de comenzar a conocer la espiritualidad indígena.
Reproducimos aquí el comunicado que difundieron las comunidades planteando su negativa a este tipo de prácticas que no respetan a los habitantes de estos territorios sagrados y que en muchos casos se sirven de usar las medicinas que allí crecen, como es el caso del San Pedro (Wachuma), que es una especie de plantas de la familia Cactaceae y que se utiliza en la medicina tradicional andina tanto para uso humano como veterinario.
Agosto, tiempo de seca, 2024
A las personas encargadas y organizadoras del evento «Llamado del Yaguar» Peregrinaciones Ancestrales y a toda persona interesada en la espiritualidad ancestral.
Declaramos que NO HAY PERMISO para el extractivismo espiritual en nuestros sitios sagrados. Mana Yaykunkichajchu Kayman.
Las personas firmantes: comunidades indígenas, pobladores de los territorios, de la música, el arte, asambleas socioambientales, guías espirituales, guardianes de los sitios sagrados.
Emitimos este comunicado público para declarar que:
No brindamos consentimiento a la actividad denominada «Llamada del Yaguar» ( 7, 8 y 9 de septiembre en Shincal de Quimivil y Hualfín). Ni a ninguna actividad con éstas características.
Nuestras razones son:
-Nos comunicamos con las personas encargadas de tales ceremonias. Ellas invocan a sus ancestros en el territorio, amistad con abuelos respetados, vínculos con personas locales y su propia libertad.
Nosotros invocamos el Convenio 169 de la OIT y el Derecho Mayor territorial, por el cual el permiso debe ser emitido por las autoridades comunitarias, los consejos de ancianos y los guías espirituales de los territorios para realizar cualquier actividad.
-Nos han llegado de diversas fuentes la certeza de que se promociona como «evento turístico». Es una realidad que el precio es inaccesible para los pobladores locales. Se trata de una publicidad dirigida a una audiencia claramente foránea, con la posibilidad de pago en moneda extranjera.
-Ante la respuesta de las organizadoras, que continuarán con la actividad a pesar de las comunicaciones establecidas con ellas como habitantes de los sitios sagrados.
Por todo ello, queda claro que este evento no está dirigido a compartir la espiritualidad con el territorio ni con personas locales.
Es un evento orientado a personas ajenas al territorio, turistas con alto poder adquisitivo.
Dos características propias del extractivismo espiritual y la gentrificación.
No vamos a permitir que nuestros sitios sagrados sean expropiados para el turismo internacional y el comercio global, tal como sucede en las pirámides de México, en Macchu Picchu, Perú, y tantos otros lugares, donde los habitantes locales ya no pueden realizar sus ceremonias por la proliferación de eventos turísticos como éste.
Por ello, instamos a todas las personas ajenas al territorio que quieran compartir nuestra espiritualidad:
-Que se abstengan de organizar eventos en nuestros sitios sagrados sin permiso de las comunidades indígenas de cada lugar.
-A comunicarse directamente con los guías espirituales, autoridades comunitarias indígenas y guías locales para conocer, visitar y apoyar a nuestro Pueblo Nación.
Queremos dejar claro que no se trata de arreglos entre personas individuales. No se pone en cuestionamiento la búsqueda ni trayectorias de vida de cada ser. Nosotros también hemos caminado las rutas ceremoniales siempre con respeto, sin intermediación de publicidad en redes sociales y con el permiso de los habitantes de los territorios.
La trayectoria y la búsqueda personal que se invocan no les avala a pasar por encima de las decisiones de quienes residimos comunitariamente, ancestral y actualmente en éstos sitios sagrados.
Es simple: no necesitamos intermediarios para comunicarnos con nuestros ancestros, los Uturunkos. Sabemos que están despertando, dentro de nosotros.
Quienes quieran venir a apoyarnos, serán bienvenidos en minka, recibidos para alimentarnos y trabajar en común, cuando lleguen con su ayllu, con verdadera humildad, sin posicionarse como organizadores ni convocando a eventos turísticos planificados desde otros territorios.
«No hay permiso aquí señores, Para el que viene a explotar, Todos serán bienvenidos, Cuando vengan a sembrar.»
FIRMAN: Colectivo de personas sanadoras y defensoras de los territorios diaguitas cacanes.
Marcos Pastrana, anciano del Pueblo Nación Diaguita. Comunidad Indígena Diaguita del Valle de Tafí.
Antonio Cruz Cacique de Los Nacimientos Hualfín, Catamarca.
Tomás Zamorano, Cacique de la Comunidad Indígena Diaguita Anconquija, Catamarca.
Walter Cruz, Comunidad Indigena Morteritos, Villa Vil, Catamarca.
Celia Andrade, Amaicha del Valle, Tucumán.
Helena Córdoba Sauji, Fiambala Catamarca.
Matías Hidalgo, Jacipunco Catamarca.
Apoyan:
Diego Amartino, Saujil Fiambala Catamarca.
Sergio Ursategui, Villa Vil Catamarca.
Alessandro Yeme, Puerta de Corral Quemado Catamarca.
Irina Vazquez, Jacipunco, Catamarca.
Florencia Carrizo, Catamarca capital.
Rosa Farias, Andalgalá, Catamarca.
Chuña Herrera, Belén, Catamarca.
Sonia Sahonero, Hualfín, Catamarca.
Fernanda Saracho Cóndor Huasi Catamarca.
Esteban Solé, Hualfín Catamarca.
Luciana Fernández, Ancasti, Catamarca.
Micaela Salvatierra, territorio diaguita en Salta y Amaicha del Valle.
Fabiana Fischbein, Belén,Catamarca.
Fabio Joaquín Navarro, Santa María Catamarca.
Mario Quinteros. Comunero de la Comunidad Indígena Diaguita de Amaicha del Valle, Tucumán.
Ernestina Balderrama, comunera de la Comunidad Indígena Diaguita Amaicha del Valle, Tucumán.
Mercedes Fernandez, comunera de la Comunidad Indígena Diaguita del Valle de Tafí, Tucumán.
Lourdes Albornoz, comunera de la comunidad indígena Diaguita El Mollar, Tucuman.
Esteban Carvajal, comunero de la Comunidad Indígena Diaguita El Mollar Tucuman.
Anahi Lirolay Gerónimo, comunera de la comunidad Indígena Diaguita Quilmes, Tucuman.
Giovana García, comunera de la Comunidad Indígena Diaguita de Amaicha del Valle.
Tahalí Ayemen Chayle, territorio Quilme y Hualfin.
Rocío Julián, territorio Kolla, comunera de la Comunidad Ciénego Grande, Jujuy.
María Laura Carhuavilca – Pueblo Nación Kolla – Red Chacha Warmi, Jujuy.
Regina Sáez Postigo, Tucumán.
Cecilia Santillán, Tucumán.
Fredy Carbonel, Tucumán.
Comunidad Indígena Diaguita Los Nacimientos, Catamarca.
Comunidad Indígena Diaguita Anconquija, Catamarca
Roberto Tomas Aramayo. Pueblo Diaguita . Organización Resistencia DIAGUITA AMBA.
Red Chacha Warmi, territorio Kolla, Aymara, Quechua, Omawaka, Chicha, Jujuy.
Pro Eco grupo Ecologista, Tucumán.
Abrazo al Aconquija
Feministaa Antiextractivistas del Sur.
Red Trasandina Diaguita Ancestrías del Futuro.
Me parece perfecto q se repudie este tipo de extractivismo. Hay q ver tmb sino andan cerca las fundaciones conservacionistas
Comparto la mirada del reclamo. Pertenezco a un proyecto de la tradición andina y no es compatible el negocio con la espiritualidad. Me gustaría conocer el lugar y conversar con sus habitantes. Donde queda? El Cuzco catamarqueño. Mi nombre es José y soy Pampa Mesayoq
Ojalá se hagan respetar y que no realicen actividades sin el consentimiento de su/s comunidad/es
Si, es un inicio de hacerse respetar.
gracias, sí, es muy importante que las comunidades se manifiesten.
gracias