Por Claudia Castro T.
En las últimas horas de ayer se dio a conocer la excarcelación de tres de las cuatro mujeres prisioneras en Bariloche, pertenecientes a la comunidad Lafken Winkul Mapu. Se trata de la machi Betiana Colhuan, Romina Rosas y Luciana Jaramillo, quienes firmaron su libertad.
Cabe recordar que Celeste Ardaiz Guenumil había sido liberada por un fallo de Casación un día después de haberse firmado un Acta de acuerdo en la Mesa de Diálogo. «No podrán apresar jamás nuestros espíritus antiguos. Las mujeres y los territorios libres merecemos vivir».
Foto: Agencia de Noticias de Ciencias de la Comunicación-UBA
Además manifestaron que “la Gremial intentó cinco veces el cese de prisión y en todas fue rechazada. Hoy 5/6/2023 la Gremial interpuso un nuevo pedido de excarcelación en ambas causas. El Tribunal Oral Federal de Gral Roca dispuso en la causa 16149/2022 o sea la última causa, la excarcelación de las tres lagmien que seguían detenidas”.
Desde la Gremial de Abogados señalaron que las mujeres estaban imputadas en dos causas. “La primera data de cuando recuperaron el territorio en el 2017, contexto en el cual asesinaron a Rafita Nahuel, cuyo juicio está suspendido a la espera de los resultados de la Mesa de Diálogo” y agregaron, “la segunda fue una causa armada del año 2022 con el objeto de detenerlas y expulsarlas del Territorio Sagrado”.
En este contexto, remarcaron que “las cinco veces fueron rechazados en Bariloche con distintos jueces, pero las mismas fiscalías lo que demuestra el odio profundo y el racismo incontenido hacia los y las mapuche por parte de los Tribunales y fiscalías federales de Bariloche”, y agregaron que “el Juez Greca, también de Bariloche recibió la causa con las lagmien en libertad y con posterioridad decretó la prisión preventiva de conformidad con la Fiscal Echepare”.
En tanto, desde la red oficial de las mujeres Mapuche indicaron que hubo “8 meses de injusta prisión, con montajes, con estigmatización, con todas violencias que el estado ejerció y demostró que puede ejercer. Nuestrxs hijxs aguantando estas violencias impuestas. 8 meses de silencios cómplices de burlas constantes, de negación y de provocaciones para demostrar poder. Pero en estos 8 meses también tuvimos la compañía de pu lamngen, de autoridades tradicionales de distintos territorios y de personas que van entendiendo que hay un sistema que atenta contra la vida de los pueblos y que pretende que nos vean como una amenaza, como seres de menor valor, como cuerpos desechables. Sin embargo aquí estamos, ahora firmando la libertad, que se consiguió gracias a la larga historia de nuestro pueblo que una vez más se propuso parlamentar, a la palabra, a la lucha y la organización”.
Por su parte la machi Betiana indicó en un video que circuló por redes sociales que “después de tanto sufrimiento que hemos pasado como lof, después de tanta resistencia, tenemos por fin esta libertad. Ojalá podamos volver a nuestro territorio y la lucha continuará”. Además remarcó que “hoy hemos dado un paso un paso más en la lucha”.
Qué pasó en Lafken Winkul Mapu
El 4 de octubre del 2022, se conformó el Comando Unificado entre fuerzas de seguridad federales y provinciales e irrumpió en la comunidad, desalojando violentamente y encarcelando a 7 mujeres con sus hijos. A partir de ahí, procedieron a demoler todas las casas. Hace ocho meses el predio tiene una presencia constante de las fuerzas de seguridad.
La causa se inició cuando la comunidad recuperó el territorio en el 2017. En aquel momento un violento operativo dejó como resultado la muerte de Rafael Nahuel, de 22 años. El joven mapuche fue asesinado por Prefectura Naval Argentina en Lafken Winkul Mapu en el 2017 y era primo de la machi Betiana. En aquel momento no se dictaron órdenes de captura contra las mujeres.
Sin embargo, a partir de un ataque en una garita de gendarmería días antes de la irrupción del Comando, las acusaciones en contra de la comunidad cobró fuerza.
El 4 de octubre siete mujeres mapuche fueron detenidas con prisión preventiva, acusadas de usurpación. Sin embargo, algunas fueron liberadas en los últimos meses. Al momento de las detenciones, cuatro llegaron a ser trasladadas a la cárcel de Ezeiza y luego devueltas a Bariloche en confusas maniobras por parte de la justicia. A partir de allí el pedido por la libertad se ha hecho eco por organismos de derechos humanos y feministas.
