Mendoza: la resistencia al proyecto minero San Jorge expone el entramado empresarial y político detrás de la megaminería

Por Noelia Carranza

Facundo Gollano, asambleísta por defensa del agua de Mendoza, recuperó su libertad trás permanecer detenido cuatro días en Mendoza, Argentina, acusado de “resistencia a la autoridad” luego de participar en la marcha contra el proyecto megaminero San Jorge. Su liberación fue posible gracias a la movilización popular en las calles y en redes sociales, donde medios comunitarios y organizaciones socioambientales denunciaron la represión policial y exigieron su inmediata excarcelación.

Foto: Anred

El proyecto san Jorge que busca extraer cobre y oro en la cordillera norte de la provincia mendocina en la zona donde se ubican las principales nacientes que alimentan al Río Mendoza – principal fuente de agua para miles de personas y del cordón agroindustrial de la provincia – hace más de 20 años que intenta la aprobación para empezar a explotar y ha pasado por diferentes dueños, en la actualidad es impulsado principalmente por la empresa Solway Investment Group, de capitales suizos. Esta firma, que pretende beneficiarse del Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI) del gobierno de Javier Milei, no es nueva en los territorios latinoamericanos: en Guatemala controla la mina de níquel Fénix, donde ha sido denunciada por contaminación de lagos, persecución a defensores ambientales e incluso por su vinculación a violaciones de derechos humanos de comunidades q’eqchi’. También opera en Rusia e Indonesia, donde se le atribuyen prácticas ambientales y laborales cuestionadas.

El desembarco de Solway en Mendoza reaviva una larga historia de defensa del agua en la provincia. En 2007 y 2019, el pueblo mendocino protagonizó movilizaciones masivas que frenaron intentos de reformar la Ley 7722, que prohíbe el uso de cianuro y ácido sulfúrico en minería. Años antes, en 2006, la lucha en Esquel, Chubut, había marcado un precedente histórico en la Patagonia contra la megaminería a cielo abierto. En Mendoza, la memoria de esas victorias está viva: “El agua de Mendoza no se negocia” sigue siendo la consigna que une a asambleas, comunidades campesinas y organizaciones urbanas.

La política provincial actual, encabezada por Alfredo Cornejo (UCR, aliado de Javier Milei), impulsa la reapertura de San Jorge pese al rechazo social expresado en audiencias públicas y en las calles. La represión a Gollano no fue un hecho aislado: meses atrás también fueron detenidos arbitrariamente los defensores del agua Mauricio Cornejo y Federico Soria. Organismos de derechos humanos y espacios de memoria denuncian un patrón sistemático de persecución a quienes se oponen a la megaminería.

Los actores empresariales y políticos confluyen en una misma lógica: favorecer proyectos extractivos de alto impacto ambiental a costa del agua, la salud y los derechos de las comunidades. En este escenario, Mendoza se suma a la lista de territorios del Abya Yala donde la resistencia popular enfrenta a corporaciones transnacionales con denuncias globales y gobiernos locales alineados con agendas extractivistas.

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