Por: María del Mar Parra
Alberto Curamil fue premiado con el considerado “nobel verde” por su defensa del río Cautín, pero no pudo recibir el premio porque estaba en la cárcel. Cumplió dos años de prisión y luego fue declarado inocente. El defensor ambiental denuncia dificultades para participar en la COP de Escazú.
«Superando persecución y ataques violentos en su contra, unió a los chilenos para impedir la construcción de dos proyectos hidroeléctricos y proteger un río sagrado». Estas fueron las palabras con las que se otorgó el prestigioso premio internacional Goldman, considerado como el ‘Nobel ambientalista’, al lonko mapuche Alberto Curamil por su defensa del río Cautín.
Sin embargo, el día de la ceremonia fue su hija la que recibió el premio, mientras Alberto yacía en la cárcel. Allí estuvo durante casi dos años, hasta que fue declarado inocente unánimemente. Ahora, el lonko demanda al Estado por encarcelamiento y falsificación de pruebas, mientras vuelve a la defensa del río, aún amenazado.
Retomando su labor ambiental, participó en la COP de Escazú. El encuentro, que tuvo a Chile como anfitrión, buscó avanzar en un plan de acción para que cada país tome medidas que reduzcan la violencia contra defensores ambientales. Sin embargo, salió desesperanzado de la instancia ya que encontró muchos obstáculos para participar. En entrevista con El Desconcierto, cuenta su experiencia.
¿Qué percepción tienes del Estado chileno?
En mi experiencia es un Estado criminal y racista que ha invadido el territorio en que habitamos, y que autoriza el avance del empresariado en ese territorio mientras nos criminaliza por defender los recursos naturales y la vida. Digo racista porque nos encarceló y nos quiso imponer una pena de 49 años sin contar con medios de prueba más que una llamada anónima. Llevamos años, desde niños, viendo cómo el Estado de Chile ha querido eliminar la existencia de un pueblo, mientras que un organismo extranjero como Goldman, reconoce nuestra labor. El Gobierno actual nunca se ha acercado a decir “aquí se cometió un error”, ni nada parecido.
¿Qué está pasando ahora en el río Cautín?
El río Cautín actualmente sigue bajo amenaza por diferentes proyectos e inversiones y no solo de privados sino del mismo Estado, a través de la Dirección de Obras Hidráulicas (DOH) que pretende desviar el cauce del río para un canal de regadío. Ellos, según su publicidad dicen que esto es por la sequía y que 80% de esa agua será para comunidades indígenas. Y nosotros preguntamos dónde vamos a poner esa agua si no tenemos tierras, porque fueron usurpadas por colonos y por el mismo Estado. Preguntamos cuándo nos van a devolver las tierras para poder usar esa agua. Para esto, no dan respuesta. Dicen que los derechos de agua se van a entregar de acuerdo a los roles de cada terreno. Pero los mapuche no tenemos roles, no tenemos propiedades porque estamos sin tierra y ese es un conflicto latente con el Estado que no quiere devolver las tierras. Yo me pregunto cómo va a quedar el cauce del río por donde yo vivo y hacia abajo, pasando por Lautaro, Nueva Imperial, Padre de las Casas y desembocando en Saavedra. Esa agua va a quedar para los latifundistas que fueron usurpadores y que están organizados a través de la APRA. El más pequeño tiene mil hectáreas.
¿Cómo fue tu experiencia en la COP de Escazú?
Yo quise participar porque en el Wallmapu no se conoce el Acuerdo de Escazú y fui en mi rol de defensor de la naturaleza, para entender. Nosotros cumplimos todos los protocolos para poder inscribirnos y participar, y ellos nunca acreditaron nuestra participación. Nos sentimos bastante discriminados, ya que estaban ahí autoridades de cada país, y nosotros, que sufrimos toda esa injusticia, criminalización y encarcelamiento, nos tuvimos que quedar hasta muy tarde para poder entrar. Y al entrar, lo que vimos fue la nada misma. Recién están buscando aprobar un plan de acción. Tal vez tienen miedo a los activistas a los que pretenden defender y por eso hacen un trabajo a puertas cerradas. Eso no genera ninguna esperanza de que puedan ser un aporte. Quizás se cree una institución que no se va a respetar, o será como el convenio 169, que muchos magistrados desconocen. ¿Tal vez Escazú pretende ser más incidente en los tribunales? Desconozco.
¿Crees que el Gobierno de Gabriel Boric ha logrado cambiar algo para los defensores ambientales?
Para mi Gabriel Boric es una persona ignorante con respecto a la riqueza natural. Yo no sé si conoce el agua o no. No sé si conoce dónde nace, como se conserva. Yo solo veo que es un vocero de los intereses del empresariado y que no ha sabido responder a las demandas que los pueblos han presentado, como derechos ancestrales y derecho al territorio. Pero acá seguimos. Nosotros somos parte de la naturaleza, somos parte de la vida y la vamos a defender siempre.
Nota Publicada en Bienes Comunes.